domingo, 25 de febrero de 2024

SANTA INÉS DE PRAGA

Santa Inés de Praga

Hoy, día 2 de marzo, celebramos a santa Inés de Praga, también conocida como santa Inés de Bohemia. Era hija del rey de Bohemia, Premysl Otakar y de la reina Constancia, hermana de Andrés I, rey de Hungría. Nació en Praga en el año 1211. 

Desde la edad de tres años fue encomendada a los cuidados de la duquesa de Silesia, santa Eduvigis, que la acogió en el monasterio de las monjas cistercienses de Trzebnica y le enseñó la fe cristiana. A los seis años la llevaron de nuevo a Praga y la encomendaron a las monjas premonstratenses de Doksany para su instrucción.

En el año 1220, la prometieron en matrimonio a Enrique VII, hijo del emperador Federico II, y fue llevada a la corte del duque de Austria, donde vivió hasta el año 1225, manteniéndose siempre fiel a los deberes de la vida cristiana.

Rescindido el pacto de matrimonio, volvió de nuevo a Praga, donde se dedicó a una vida de oración más intensa y a obras de caridad. Decidió consagrar a Dios su virginidad. Llegaron otras propuestas de matrimonio para Inés. El Papa Gregorio IX, a quien Inés había pedido protección, intervino reconociendo su propósito de virginidad y desde entonces tuvo la libertad y la felicidad de consagrarse a Dios.

A través de los Hermanos Menores, que iban a Praga como predicadores itinerantes, conoció la vida espiritual que llevaba en Asís la virgen Clara, según el espíritu de san Francisco. Quedó fascinada y decidió seguir su ejemplo.

Con sus propios bienes fundó en Praga el hospital de san Francisco y el instituto de los Crucíferos para que lo dirigieran. Al mismo tiempo, fundó el monasterio de san Francisco para las "Hermanas Pobres" o "Damianitas" donde ella misma ingresó el dia de Pentecostés del año 1234.

Trabajó junto con santa Clara. Se han hecho célebres las cartas que santa Clara de Asís le dirigió para animarla a seguir en el camino emprendido. Surgió así una amistad espiritual que duró casi veinte años, sin que las dos mujeres se encontrasen nunca.

Fue abadesa del monasterio y ejerció su autoridad con humildad, sabiduría y celo, considerándose siempre como "la hermana mayor". La admiración que suscitó Inés cuando se difundió por Europa la noticia de su ingreso en el monasterio creció con los años. Se admiraba el ardor de su caridad, el fervor eucarístico y la devoción filial a la Virgen María.

Murió santamente en su monasterio el 2 de marzo del año 1282. La proclamó santa el Papa Juan Pablo II el 12 de noviembre de 1989. El santo Padre dijo el día de su canonización: 

"(...) "Sed hospitalarios unos con otros sin murmurar" (1a. Pedro 4, 9). Fue la norma en la que santa Inés inspiró constantemente su acción, aceptando siempre con plena confianza los acontecimientos que la Providencia permitía, con la seguridad de que todo pasa, pero la Verdad permanece para siempre.

 (...) En su larga vida, atribulada también por enfermedades y sufrimientos, santa Inés realmente prestó con energía su servicio de caridad, por amor de Dios, contemplando como en un espejo a Jesucristo, como le había sugerido santa Clara: "En este espejo resplandecen la bienaventurada pobreza, la santa humildad y la inefable caridad" (Carta IV). 

(...). Es ideal de santidad para todos los que siguen a Cristo; es estímulo hacia la caridad, practicada con total entrega a todos, superando toda barrera de raza, de pueblo y de mentalidad; es celeste protectora  de nuestro fatigoso camino diario. A ella podemos dirigirnos con gran confianza y esperanza".

Aprendamos de esta santa, seguidora de la espiritualidad de san Francisco de Asís y de santa Clara, a vivir enamorados de Jesús, a entregarnos a los hermanos con una gran caridad y abnegación, a ser desprendidos y generosos, a vivir la pobreza con alegría y a amar con ternura a la Virgen María.

Convento de santa Inés de Praga.


domingo, 18 de febrero de 2024

SAN MODESTO DE TRÉVERIS

San Modesto de Tréveris

 Hoy, 24 de febrero, celebramos a san Modesto de Tréveris. Su nombre significa: Humilde o carente de vanidad. Son sinónimos de la palabra modesto las siguientes expresiones: sencillo, sobrio, llano, austero, moderado... Todas estas cualidades encajan de modo extraordinario con la vida del santo.

La ciudad de Tréveris fue fundada el año 16 antes de Cristo, con el nombre de Augusta Treverorum. Pertenecía al imperio romano. Actualmente es una de las dos ciudades más antiguas de Alemania, y es considerada Patrimonio de la Humanidad.

Modesto fue obispo de la ciudad de Tréveris en el siglo V, en la Galia Bélgica. De su vida se conoce poco. Se sabe que ocupaba el cargo de obispo de la ciudad de cuando esta fue invadida por los reyes francos Meroveo y Childerico I. Se sabe que luchó infatigablemente contra el desaliento y la pobreza del pueblo, y contra la corrupción.

El santo se encontró con una situación muy delicada. Su pueblo estaba siendo ocupado por los reyes francos, que pertenecían a los pueblos bárbaros que se encontraban invadiendo las zonas que antes habían regentado los romanos. La sociedad estaba desecha, la gente sufría calamidades de todo tipo, y se entregaba a todo tipo de vicios.

Modesto practicó el rezo y el ayuno, y encontró la fortaleza necesaria para abrirse camino en medio de la maleza. Así se puso en manos de la Providencia que ya recuerda que en el mundo tendremos luchas, pero Cristo ha vencido al mundo.

Su espíritu de bondad fue calando poco a poco en la gente, que se empezó a sentir tocada por el santo Pastor. Se ganó el afecto de la gente, le invitaban a visitar sus casas. Allí predicaba, y también por las calles de la ciudad. Fue el inicio de un proceso de conversión de cuantos le rodeaban. Modesto atraía de nuevo a las ovejas que se encontraban separadas del redil  hacia el Reino de Dios.

El santo murió el 24 de febrero del año 486. Todo el pueblo le aclamaba como santo diciendo: "Ha muerto el santo". Se afirma que sus reliquias se encuentran en la iglesia de san Euquerio de Tréveris.

Aprendamos de este santo su mansedumbre, caridad y humildad; también su gran anhelo para hacer el bien y comunicar el Evangelio de Jesucristo. Vemos que orando fervientemente y haciendo gran penitencia, y amando a todos, atrajo a la fe a tantas personas que sufrían lejos de Dios. 

Nuestro mundo no es muy distinto del que vivió san Modesto. Muchos andan perdidos; nadie les comunica la Buena Nueva de que Jesús nos ama. Seamos nosotros apóstoles entusiastas, enamorados, e irradiemos a nuestro alrededor el auténtico gozo que sólo Dios nos puede dar. María, la primera evangelizadora, la que siempre nos da a Jesús, sea la que siempre acompañe nuestro caminar.

Porta Nigra. Puerta de la ciudad de Tréveris


sábado, 10 de febrero de 2024

SAN ALESSIO FALCONIERI

Alessio Falconieri

Hoy día 17 de febrero, celebramos a san Alessio Falconieri, junto con sus compañeros, fundadores de la orden de los Servitas. Alessio nació en Florencia en el año 1200, y murió el 17 de febrero del año 1310.

Alessio era hijo de Bernardo Falconieri, rico negociante de Florencia, y uno de los líderes de la república florentina. Creció en una atmósfera piadosa, cultivando la humildad y la caridad. Se unió a una confraternidad religiosa dedicada a la Virgen María, donde encontrará a sus seis futuros acompañantes. Los siete fundarán la Orden de los Frailes Siervos de María.

El nombre de los siete son los siguientes: Alessio, Amadio, Ugoccio, Bonaiuto, Bonfiglio, Sostenio y Maneto. Los siete, poco a poco, fueron convenciéndose de que debían abandonar lo mundano y dedicarse a la vida de santidad. Vendieron sus bienes, repartieron el dinero a los pobres y se fueron al Montes Senario a rezar y hacer penitencia. 

La idea de irse a la montaña a santificarse, les llegó el 15 de agosto, fiesta de la Asunción de la Santísima Virgen, y la pusieron en práctica el 8 de septiembre, día del nacimiento de Nuestra Señora. Ellos se habían propuesto propagar la devoción a la Madre de Dios y confiarle a Ella todos sus planes y angustias. A tan buena Madre le encomendaron que les ayudara a convertirse de sus miserias espirituales y que bendijera misericordiosamente sus buenos propósitos. Y dispusieron llamarse: "Siervos de María" o "Servitas".

Se dice que los siete santos fundadores son un caso único en la Iglesia católica, pues son el único ejemplo de una orden religiosa fundada por siete personas y no por uno o dos fundadores.

¡Qué bonito es que siete amigos se unieran para vivir santamente y con tanto amor a la Virgen María!. En la Bíblia la amistad siempre ha sido cantada. En el Libro del Eclesiástico se nos dice: "El mejor tesoro es un buen amigo" (Eclesiástico 6, 14-15). Nuestro mundo necesita de verdadera amistad y de generosa entrega, y ellos nos brindan un buen ejemplo.

Era el siglo XIII, y vivían en la rica y artística ciudad de Florencia, en Italia. Estaban llenos del espíritu de Dios y de un filial amor a la Virgen. Una de las Crónicas, escribió: 

"Hubo siete hombres de tanta perfección, que nuestra Señora estimó cosa digna dar origen a su Orden por medio de ellos. No encontré que ninguno sobreviviera de ellos, cuando ingresé en la Orden, a excepción de uno que se llamaba fray Alejo... La vida de dicho fray Alejo, como yo mismo pude comprobar con mis ojos, era tal, que no sólo conmovía con su ejemplo, sino que también demostraba la perfección de sus compañeros y su santidad".

Las gentes los tenían como santos, pues decían que obraban muchos milagros. Cierto día recorrían las calles de Florencia pidiendo limosna. Unos niños que ni siquiera hablaban aún, exclamaron al pasar ellos: "He ahí los servidores de la Virgen. Dadles limosna".

Desde un principio quisieron hacer hincapié en estas notas distintivas de su espiritualidad: Amor al retiro o soledad y también ejercicio del apostolado cuando fuere necesario, pero especialmente con esta dirección: Propagar la devoción a la Virgen María en especial bajo la faceta de su cooperación dolorosa a la Redención de Jesucristo.

El Papa León XIII canonizó a los siete el 15 de enero de 1888. El más conocido de los siete fue Alessio Falconieri, quien vivió lo suficiente para ver expandida la orden, ya que murió a los 110 años.

Tomemos ejemplo de estos santos, tan devotos de la Virgen María. Recemos con fervor el Santo  Rosario y vivamos con el corazón puesto en Dios.

Siete santos fundadores de la orden de los Servitas


martes, 6 de febrero de 2024

SANTA ESCOLÁSTICA

Santa Escolástica

 Hoy, 10 de febrero, celebramos a santa Escolástica. Nació en el año 480 en el municipio italiano de Nursia. Fue hermana gemela de san Benito, fundador del monacato occidental y patrono de Europa. Al lado de su hermano, Escolástica contribuyó a la formación, fortalecimiento y desarrollo de la vida contemplativa dentro de la Iglesia desde finales del siglo V.

Escolástica y Benito se consagraron desde muy jóvenes a Dios y compartieron el espíritu de lo que hoy conocemos como espiritualidad benedictina, alcanzando, a través de esta, la santidad.

Algunas fuentes citan que Benito residía en el monasterio de Montecassino, fundado por él, y Escolástica en el monasterio de Plombariola, fundado también por su hermano, con la idea de albergar a las mujeres que quisieran vivir dedicadas a la contemplación. Allí, Escolástica llegó a ser abadesa.

Los hermanos mantuvieron un lazo espiritual ejemplar a través de la oración. Por lo menos una vez al año, iba a visitar a su hermano y compartir con él asuntos espirituales.

Cuando llegaba el tiempo, san Benito salía del monasterio e iba a su encuentro. Sobre la última vez que los hermanos se encontraron, san Gregorio escribió una hermosa narración. De acuerdo a dicho relato, Escolástica, estando en compañía de su hermano y presintiendo que no volvería a verlo más, le rogó que no partiera aquella noche sino al día siguiente. Era el primer jueves de Cuaresma del año 547.

Inicialmente, san Benito se negó; pues, según las reglas del monasterio, no podía pasar la noche fuera de su celda, pero santa Escolástica juntó sus manos y se quedó con la cabeza inclinada, orando a Dios. Inmediatamente estalló una fuerte tormenta y un aguacero tan violento que san Benito y los dos monjes que le acompañaban no pudieron ni siquiera intentar volver aquella noche a su convento. Benito dijo a Escolástica: "¿Qué has hecho hermana?" a lo que ella repuso: "Te he pedido que te quedaras y no me has hecho caso. Se lo he pedido a Dios y Él me ha escuchado, ahora si quieres puedes irte". Benito se quedó con su hermana aquella noche en oración, hablando de Dios y de las delicias espirituales. 

Benito volvió a su convento de Monte Casino, y tres días después, al asomarse a la ventana de su celda, vio una blanquísima paloma que volaba hacia el cielo. Entonces, por inspiración divina, supo que era el alma de su hermana que viajaba hacia la eternidad feliz. Envió a unos de sus monjes que trajeran su cadáver, y lo hizo enterrar en la tumba que se había preparado para él mismo. A los cuarenta días murió también Benito. Así, estos dos hermanos que vivieron toda la vida tan unidos espiritualmente, quedaron juntos en la tumba, mientras sus almas cantan eternamente las alabanzas a Dios en el cielo. 

Los Gozos lo cantan hermosamente:

"Sol de occidente hermoso

luz de vida Monástica

Sed Benito y Escolástica

nuestro amparo poderoso.

...

Mucho el Gran Benito puede

con Dios, y su omnipotencia,

pero en santa competencia

Escolástica le excede:

Cuando por su ruego llueve

en un caso milagroso.

...

¡Qué hermoso es vivir los hermanos unidos!. Cultivemos esta amistad espiritual, tan agradable a Dios, que nos ayuda a crecer en el Amor. Que nuestra Madre, la Virgen, sea nuestra Maestra y guía.

Santa Escolástica en el Camí dels Degotalls de Montserrat.