martes, 7 de noviembre de 2023

SAN MARTÍN DE TOURS

San Martín de Tours

San Martín nació en la actual Hungría hacia el año 316. En aquel tiempo pertenecía al imperio romano. Ingresó en el ejercito y estuvo allí durante 25 años. Un día helado y nevado de invierno, en las puertas de la ciudad de Amiens, se encontró con un pobre aterido de frío. Partió su capa y abrigó al hombre. Sólo le entregó media capa, la suya, la otra mitad pertenecía al ejercito que servía. En la noche se le apareció Cristo vestido con la tela que le había dado, diciendo a los ángeles: "Martín, catecúmeno, me ha cubierto con este vestido".

Cuando recibió el bautismo, en el año 356, habiendo abandonado ya las armas, se formó en Poitiers, al lado del obispo de la ciudad, san Hilario. Volvió a su tierra natal y convirtió a su madre. De nuevo en Poitiers fundó un monasterio misional, el cenobio de Ligugé, con los discípulos que se habían reunido a su alrededor. Se cree que fue la primera fundación monástica de las Galias. También se sitúa aquí el milagro de un joven catecúmeno que había muerto. San Martín intercedió para devolverle la vida y que así pudiera recibir el sacramento del Bautismo.

En el año 371 fue proclamado obispo de Tours, donde además de su trabajo al frente de la diócesis, continuó con su vida de monje en el monasterio, más bien cenobio o "laura" de Marmoutier, fundado también por él en los alrededores de Tours.

Su vida de incansable trabajo apostólico y de obras de caridad agotaron sus fuerzas físicas. Se veía morir. Sus discípulos le pidieron que no les dejara huérfanos. Martín contestó: "Señor, si aún soy necesario, no rehúso el trabajo. Sólo quiero tu voluntad". La liturgia comenta: "¡Oh feliz varón, que ni temió morir, ni rehusó la vida".

Los discípulos querían colocarle más cómodo.  Les dijo: "Dejadme así, mirando al cielo, para dirigir mi alma en dirección hacia Dios". El demonio no dejaba de importunarle. Martín gritó: "¿Qué haces ahí, bestia sanguinaria?. No hay nada en mí que te pertenezca, maldito. El seno de Abrahán me espera". Y entregó su alma a Dios. Era el 8 de noviembre del año 397.

San Martín es seguramente el santo que tiene más parroquias dedicadas en Catalunya. Fue el primer santo cristiano que no murió martirizado, sino que murió ya anciano, cuando tenía 80 años. Cuentan que murió en Candes-Saint-Martin, y que sus restos mortales fueron trasladados a Tours. Era un día muy frío y húmedo, pero mientras el cortejo fúnebre remontaba las aguas del Loira, el tiempo se fue suavizando, las plantas y los árboles renacieron y las flores brotaron de nuevo. A pesar de estar en pleno otoño, parecía que el verano regresaba. Era el veranillo de san Martín.

También se cuenta que en el momento que Martín compartió su capa con el mendigo, dejó de nevar y empezó a brillar un magnífico sol que hizo subir la temperatura y deshacer la nieve. La luz del sol al atravesar el agua hizo surgir un gran arcoíris en el  cielo. Por eso, en catalán, llamamos arc de sant Martí al arcoíris.

Arc de sant Martí - Arcoíris


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