jueves, 16 de mayo de 2024

SAN JUAN I, PAPA

San Juan I, Papa

 Hoy sábado, 18 de mayo, celebramos la fiesta del Papa san Juan I. El santo nació en Toscana en el año 470. Su predecesor en la sede de Pedro fue Hormisdas, y su sucesor Félix IV.

Su padre se llamaba Constancio. Nació en Siena, o bien el Castillo de Serena, en los alrededores de Chiusdino, pueblo en el sur de la Toscana, entre Siena y Grosseto. El castillo de Serena era una pequeña fortaleza construida por Serena, esposa de Flavio Estilicón, un general romano de origen vándalo, en el siglo IV.

Juan era fraile en el momento de su elección como pontífice, sólo siete días después de la muerte de Hormisdas, el día 13 de agosto del año 523. Ocupó la sede apostólica durante dos años, nueve meses y siete días. Fue el primer papa en viajar a Constantinopla.

El emperador Justino había emitido un edicto imperial en el año 523. Era un duro decreto contra los arrianos obligándoles, entre otras cosas, a devolver a los cristianos las iglesias que habían ocupado. Teodorico, rey de los ostrogodos y de Italia era un ardiente defensor del arrianismo. Cuando el papa Juan viajó a Constantinopla, los patriarcas de oriente se apresuraron a manifestar su comunión en la fe con el supremo pontífice. Fue recibido por más de 15.000 fieles con velas encendidas en las manos y estandartes. El papa celebró solemnemente  los oficios en santa Sofía por el rito latino el 19 de abril del año 526, día de Pascua de Resurrección. Inmediatamente después, inició su regreso a occidente.

Teodorico, a su regreso, lo hizo encarcelar en Rávena, capital del reino ostrogodo. Rendido por las fatigas del viaje y sometido a severas privaciones, Juan murió muy pronto en la prisión. Era el 18 de mayo del año 526.

Sus restos fueron llevados a Roma y enterrados en la Basílica de san Pedro. En su epitafio no hay ninguna alusión a su histórica misión. La Iglesia católica lo tiene entre sus mártires.

Honremos a este santo Papa que supo defender la Verdad y buscó la Unidad. Pidamos a la Virgen que nos ayude a vivir coherentemente nuestra fe, buscando hacer siempre la voluntad de Dios.

En estos gozos se nos narra la vida del santo.

https://algunsgoigs.blogspot.com/2023/02/goigs-al-papa-i-martir-sant-joan-i-en.html

lunes, 29 de abril de 2024

SAN JUAN DE ÁVILA

San Juan de Ávila

Ayer, 10 de mayo, celebrábamos a san Juan de Ávila, patrono del clero secular de España. Nació el 6 de enero del año 1500 en Almodóvar del Campo. Sus padres fueron Alfonso de Ávila y Catalina Gijón. Empezó a estudiar leyes en Salamanca en el año 1514, pero lo dejó a los cuatro años, y se retiró a su pueblo natal, donde hizo vida de dura penitencia.

Aconsejado por un franciscano, marchó en el año 1520 a estudiar Artes y Teología a Alcalá de Henares. Allí fue alumno de Domingo de Soto, y posiblemente también trató a san Ignacio de Loyola. Durante estos estudios, fallecieron sus padres.

Al ordenarse sacerdote, en el año 1526, celebró en memoria suya su primera Misa en Almodóvar del Campo, y vendió todos los bienes que le habían legado, repartiendo el dinero a los pobres, dedicándose enteramente a la evangelización, empezando por su mismo pueblo.

Se ofreció como misionero para América en el año 1527, pero el obispo Alonso Manrique le ordenó que abandonara esta idea, y evangelizase Andalucía. A esta labor se entregó por completo, y es llamado "Apóstol de Andalucía".

Juan trabajaba horas y horas en la elaboración de sus homilías, siempre en oración y recogimiento. A veces se pasaba la noche entera frente a Cristo crucificado o arrodillado ante el Santísimo Sacramento, encomendando la homilía del día siguiente.

La reverencia a la Eucaristía y la sencillez de las palabras de san Juan, provocaron muchas conversiones. Algunas de sus máximas más famosas son éstas: "Para poder obtener conversiones, hay que tener fe en que estas sí se conseguirán", "Más preferiría vivir sin piel, que vivir sin devoción a la Virgen María" y "La fe mueve montañas".

Para el santo, la principal cualidad del buen predicador es siempre "Amar mucho a Dios".

Algunos acusaron injustamente a Juan de Ávila, y fue llevado a la prisión. Mientras duró el proceso, entre 1531 y 1533, san Juan aprovechó para escribir la que sería su obra más famosa: "Audi, filia", "Escucha, hija", que es un célebre comentario al Salmo 44. 

San Juan de Ávila fue el autor espiritual más consultado e influyente del siglo XVI. Fue amigo de san Ignacio de Loyola, cercano a san Juan de Dios, san Francisco de Borja, san Pedro de Alcántara y Fray Luis de Granada.

Partió a la Casa del Padre el 10 de mayo de 1569, siendo canonizado siglos después, en 1970, por el Papa san Pablo VI.

El Papa Benedicto XVI dijo que destacaba en él "su profundo conocimiento de las Sagradas Escrituras, que supo penetrar con singular profundidad en los misterios de la redención, obrada por Cristo para la humanidad".

El 7 de octubre de 2012 fue proclamado Doctor de la Iglesia.

Recemos por las vocaciones al sacerdocio, y por todos los sacerdotes. San Juan de Ávila es su patrono. Que Dios nos conceda muchos y santos sacerdotes. Los necesitamos. Ellos son "otro Jesús", que camina a nuestro lado, nos enseñan, nos orientan, nos administran los Sacramentos. Es muy necesario orar por ellos. 

En el siguiente enlace podemos leer los gozos del santo.

https://algunsgoigs.blogspot.com/2022/05/goigs-sant-joan-davila-en-castella.html

Nuestra Madre, la Virgen, en este mes de mayo, Ella que es la Madre de Jesús, sumo y eterno Sacerdote, escuche nuestras plegarias.

María Inmaculada


jueves, 25 de abril de 2024

BEATO CEFERINO GIMÉNEZ MALLA, EL PELÉ

El Pelé, primer beato gitano mártir

 Ceferino Giménez Malla, conocido como el Pelé o el tío Ceferino, nació en Huesca el 24 de agosto de 1861. Fue un laico español de etnia gitana, perteneciente a la Tercera Orden de san Francisco. Era tratante de caballos y artesano de cestería.

Ceferino era un hombre de profundas convicciones religiosas. Cada día asistía a la Misa, comulgaba con frecuencia y rezaba el rosario. Aunque nunca supo leer ni escribir, era amigo de personas cultas, y fue admitido como miembro de diversas asociaciones religiosas: Jueves eucarísticos, Adoración nocturna, Conferencias de san Vicente de Paül... ; ingresó como laico en la Orden Franciscana el año 1902.

El Pelé tenía fama de caritativo y piadoso; participaba en catequesis de niños, y también asistía a enfermos y pobres.

En una ocasión, fue injustamente acusado de robo y encarcelado, aunque finalmente fue declarado inocente. Durante su juicio, el abogado que lo defendía dijo: "El Pelé no es un ladrón, es san Ceferino, patrón de los gitanos". Estas palabras fueron proféticas.

Ceferino destacó por un gesto de heroísmo, durante la Guerra Civil española, en 1936. Un grupo de milicianos republicanos estaban golpeando a culetazos a un sacerdote; Ceferino les reprendió por su conducta, y esto provocó la ira de ellos. Llevaba consigo un rosario, por este motivo le tomaron preso y le condenaron a muerte. Personas que le apreciaban le ofrecieron salvarle si abandonaba su rosario, pero se negó, sabiendo que ello le conducía a la muerte.

Murió en coherencia con la vida que había vivido. Fue fusilado en el cementerio de Barbastro en el año 1936, con el rosario en la mano, mientras gritaba su fe: "VIVA CRISTO REY".

Fue beatificado por el papa san Juan Pablo II en 1997, siendo así el primer gitano martirizado en ser elevado a los altares. En la homilía dijo el Papa:

"También en Barbastro el gitano Ceferino Giménez Malla, conocido como El Pelé, murió por la fe en la que había vivido. Su vida muestra cómo Cristo está presente en los diversos pueblos y razas, y que todos están llamados a la santidad, la cual se alcanza guardando los mandamientos y permaneciendo en su amor".

Debemos aprender de Ceferino su amor incondicional por Cristo, su caridad hacia los demás, y su gran devoción a la Virgen María. Vemos cómo en cada persona, de cualquier raza o condición social, puede reinar Jesús. Todos estamos llamados a la santidad. Dios quiere que todos nos amemos y respetemos. Todos somos hijos de un mismo Padre, que nos ama entrañablemente.

Boda gitana


martes, 23 de abril de 2024

VIRGEN DE MONTSERRAT

Santa María de Montserrat

 Hoy, sábado 27 de abril, celebramos la fiesta de la Virgen de Montserrat, la Mare de Déu de Montserrat, la Moreneta.

La montaña de Montserrat, en el centro de Catalunya, es famosa entre las montañas por su rara configuración, y ha sido uno de los lugares escogidos por la Santísima Virgen para manifestar su maternal presencia entre los hombres.

Según la leyenda, la primera imagen de la Virgen de Montserrat la encontraron unos niños pastores en el año 880. Tras ver una luz en la montaña, los niños encontraron la imagen de la Virgen en el interior de una cueva. Al enterarse de la noticia el obispo, intentó que trasladaran la imagen hasta la ciudad de Manresa, pero el traslado fue imposible ya que la estatua pesaba demasiado. El obispo lo interpretó como el deseo de la Virgen de permanecer en el lugar en el que se la había encontrado, y ordenó la construcción de la ermita de Santa María, origen del actual monasterio.

La imagen que en la actualidad se venera es una talla románica del siglo XII realizada en madera de álamo. Representa a la Virgen con el niño sentado en su regazo y mide unos 95 centímetros de altura. En su mano derecha sostiene una esfera que simboliza el universo; el niño tiene la mano derecha levantada en señal de bendición, mientras que en la mano izquierda sostiene una piña.

Con excepción de la cara y de las manos de María y el Niño, la imagen es dorada. La Virgen, sin embargo, es de color negro, lo que le ha dado el apelativo popular de "La Moreneta", la Morenita.

El 11 de septiembre de 1881, el Papa León XIII declaró oficialmente a la Virgen de Montserrat como patrona de Catalunya, señalando el 27 de abril como fecha de conmemoración propia.

Montserrat es lugar de acogida de peregrinos, especialmente a través de la comunidad benedictina que allí vive. También es lugar de cultura. En Montserrat está la Escolanía, los niños cantores, muy antigua y de gran prestigio.

En este día, honremos a nuestra Madre del Cielo que se dignó escoger nuestra tierra para derramar sus gracias. La Virgen siempre quiere estar cerca de sus hijos para acompañarles y protegerles. Seamos buenos hijos de la mejor de las Madres. No descuidemos rezarle y pedirle tantas gracias cómo necesitamos, especialmente la paz, la concordia familiar, la fe... También podemos pedirle el don de la lluvia, tan necesaria para todos.

En este enlace podemos ver el Virolai, compuesto por Mn. Cinto Verdaguer, en el año del milenario de Montserrat, y con música de Josep Rodoreda.

Virolai.

Santuario de Nuestra Señora de Montserrat




lunes, 15 de abril de 2024

SAN ANICETO

 

San Aniceto

San Aniceto, que celebramos hoy sábado 20 de abril, nació en Emesa, en Siria, alrededor del año 98. Fue el undécimo papa de la Iglesia católica, desde los años 155 al año 166, entre san Pío I y san Sotero. Su nombre tiene origen griego, y significa "el invencible", o "hombre de gran fuerza".

En los tiempos en qué vivió el santo, en el siglo II, los Papas solían ser provenientes de familias humildes del pueblo. El hecho de ser elegido para este servicio era elección para el martirio. Hasta el siglo IV, todos los Papas dieron su vida por la fe.

El cuidado o servicio a los hermanos tenía que ser intenso, sacrificado, valiente, generoso y muy exigente, pero lleno de bondad. Los discípulos de Jesús, que aumentaban cada día, llevaban una vida precaria, aún en los períodos de paz. La muerte para el cristiano podía estar detrás de cualquier acusación o acontecimiento.

También debía esforzarse en llevar a los paganos a la fe, porque el Reino era también para ellos. Fue preciso contrarrestar a los pensantes paganos, que ridiculizaban el espíritu y la vida de los cristianos.

En los inicios de su pontificado, recibió en Roma a Policarpo de Esmirna, obispo de Esmirna, que había sido discípulo de Juan Evangelista, el apóstol, y maestro de Ireneo de Lyon. El objetivo de esta visita era, que con sus ochenta y cinco años quería establecer la fecha de la celebración de la PASCUA, la principal de las fiestas cristianas.

Policarpo, y la Iglesia oriental en su conjunto, entendía que la celebración debía realizarse el día 14 del mes de Nisán, independientemente del día de la semana que cayera. Esta postura, que seguía la tradición de san Juan, suponía celebrar la PASCUA DE RESURRECCIÓN el mismo día que los judíos, y no era considerada correcta por el papa Aniceto, pues entendía que la Pascua debía celebrarse el domingo siguiente al día 14 de Nisán, según la tradición de san Pedro, y la muerte del Señor el viernes anterior.

Según el relato que san Ireneo de Lyon hace de esta visita, parece ser que Aniceto no pudo convencer a san Policarpo, puesto que este basó su postura en que "Juan y los demás apóstoles con quienes él había vivido" celebraban la Pascua en dicho modo. A pesar de las diferencias entre ambos, no hubo ruptura y el Papa Aniceto permitió al santo seguir celebrando la Pascua según la tradición oriental. Se despidieron Policarpo y Aniceto en comunión, sin romper la unidad ni quebrantar la caridad. Son todo un ejemplo.

Esta cuestión, la de la Pascua, tardó en resolverse. Fue en el concilio de Nicea, en el año 325. En una carta a la iglesia de Alejandría se dice:

"(...) Os enviamos las buenas nuevas del arreglo concerniente a la santa Pascua, es decir, que en respuesta a vuestras oraciones esta pregunta también ha sido resuelta. Todos los hermanos del Oriente que han seguido hasta ahora la práctica judía, observarán desde ahora la costumbre de los romanos y de vosotros mismos y de todos los que desde la antigüedad hemos celebrado la Pascua con vosotros".

Aniceto trabó amistad con san Justino, junto a quien falleció en el año 166, tras sufrir el martirio, durante las persecuciones del emperador Marco Aurelio. Parece ser que fue enterrado en el cementerio de san Calixto.

Es hermoso ver cómo son los santos. Policarpo, anciano, va a consultar al Papa Aniceto; pero le expone su punto de vista y su convencimiento de que está en lo correcto. Aniceto cree que no, pero respeta su opinión y le permite seguir con lo acostumbrado, puesto que Policarpo se basa en la tradición que ha recibido de Juan, y no se convence que no esté en lo cierto.

Pueden haber distintos puntos de vista, cuando no son cosas esenciales, y lo importante es que prevalezca la unidad y la comunión. Así actuaron Aniceto y Policarpo. Tardaron más de 150 años en resolverse la cuestión. Fue en un concilio, el concilio de Nicea, en Constantinopla, en qué se dispuso que la fiesta de la Pascua fuera siempre en domingo, y siguieran todos la tradición de san Pedro.

Cuando vemos tantas discusiones y enfrentamientos, miremos a Aniceto. Veamos su prudencia, su respeto. Sabe dialogar sin imponer. Que nuestro modo de actuar sea así, respetuoso, amable, y buscando siempre el bien de los que nos rodean. Para ello, qué importante es cultivar nuestro diálogo íntimo con el Señor en la oración. Él nos comunicará su Espíritu, y nos inspirará las palabras y los gestos adecuados a cada momento.

Catacumbas de san Calixto, en Roma.


lunes, 8 de abril de 2024

SAN DAMIÁN DE MOLOKAI

San Damián de Molokai

El lunes, 15 de abril, la Iglesia universal celebra a san Damián de Veuster, más conocido como "El héroe de los leprosos", o san Damián de Molokai. Damián, etimológicamente, significa: "Aquel que doma su cuerpo", y es un nombre de origen griego

Su nombre era Jozef de Veuster. Nació en Tremelo, en Bélgica, el 3 de enero de 1840, hijo de un matrimonio de granjeros. De pequeño, ya gozaba haciendo como obras manuales, casitas como la de los misioneros en las selvas. Tenía un deseo interior de ir un día a lejanas tierras a misionar.

De joven fue arrollado por una carroza, y se levantó sin ninguna herida. El médico que lo revisó exclamó: "Este muchacho tiene energías para emprender trabajos muy grandes". Un día, siendo apenas de ocho años, dispuso irse con su hermanita a vivir como ermitaños en un bosque solitario, a dedicarse a la oración. El susto de la familia fue grande cuando notó su desaparición. Afortunadamente, unos campesinos los encontraron por allá y los devolvieron a casa. La mamá se preguntaba: "¿Qué será lo que a este niño le espera en el futuro?".

De joven tuvo que trabajar muy duro en el campo para ayudar a sus padres que eran muy pobres. Esto le dio una gran fortaleza y lo hizo práctico en muchos trabajos de construcción, de albañilería y de cultivo de tierras, lo cual le iba a ser muy útil en la isla lejana donde más tarde iba a misionar.

A los 18 años lo enviaron a Bruselas, la capital, a estudiar, pero los compañeros se le burlaban por sus modos campesinos que tenía de hablar y de comportarse. Al principio aguantó con paciencia, pero un día, cuando las burlas llegaron a extremos, agarró por los hombros a uno de los peores burladores y con él derribó a otros cuatro. Todos rieron, pero en adelante ya le tuvieron respeto y, pronto, con su amabilidad se ganó las simpatías de sus compañeros.

A los 20 años escribió a sus padres pidiéndoles permiso para entrar de religioso en la comunidad de los sagrados Corazones. Muchas veces se arrodillaba ante la imagen de san Francisco Javier y le decía al santo: "Por favor, alcánzame de Dios la gracia de ser un misionero, como tú". Su hermano Augusto, le precedió en el noviciado y tomó el nombre de Pánfilo. Jozef comenzó su noviciado en Lovaina con el nombre de Damián el 2 de febrero de 1859. En el año 1863, su hermano Augusto, que había sido destinado a la misión en las islas Hawai, fue afectado por el tifus, lo que le impidió viajar. Damián obtuvo el permiso del superior general de París para reemplazarlo.

En noviembre de 1863, Damián partió desde Bremen, en Alemania, en el buque R.M. Wood con destino al archipiélago de Hawái, en el océano Pacífico. Se hizo muy amigo del capitán del barco, el cual le dijo: "Yo nunca me confieso, soy mal católico, pero le digo que con usted si me confesaría". Damián le respondió: "Todavía no soy sacerdote, pero espero un día, cuando ya sea sacerdote, tener el gusto de absolverle todos sus pecados". Años más tarde, esto se cumplirá de manera formidable. 

El 19 de marzo de 1864 llegó al puerto de Honolulu, en el interior de la ciudad de Honolulu, como misionero. Allí, Damián fue ordenado sacerdote el 24 de marzo de 1864 en la catedral basílica de Nuestra Señora de la Paz.

Los nativos hawaianos se vieron afectados por enfermedades que introdujeron los comerciantes estadounidenses y europeos, y los inmigrantes chinos que iban a trabajar en las plantaciones. Miles murieron por enfermedades que nunca antes habían afectado a los nativos de las islas. Esto incluyó la plaga de la lepra. Temeroso de que se esparciera la plaga, el rey Kamehameha IV segregó a los leprosos del reino, trasladándolos a una colonia establecida para ellos en el norte, en la isla de Molokai. Se les proveyó con suministros y comida, pero no tenían todavía los medios apropiados para ayudarles médicamente.

En el año 1865 el Padre Damián fue asignado a la misión católica en el norte de Kohala, en las mismas islas de Hawái. Monseñor Louis Maigret, vicario apostólico, creía que los leprosos necesitaban por lo menos un sacerdote que pudiera cubrir sus necesidades religiosas y asistirlos con los sacramentos, pero él sabía que tal asignación podía ser una sentencia de muerte. Después de pensarlo durante un tiempo, el Padre Damián solicitó a monseñor Louis el permiso para ir a Molokai.

A comienzos de 1866 fueron embarcadas las primeras víctimas de la lepra a Kalaupapa, donde residieron durante siete años antes de la llegada del Padre Damián, el 10 de mayo de 1873. El obispo Louis Maigret presentó a Damián a los colonos diciéndoles: "Es uno que será un padre para ustedes, y que los ama de tal manera que no tiene vacilaciones en volverse uno de ustedes, vivir y morir con ustedes".

El lugar estaba rodeado de montañas. Había seiscientos leprosos viviendo en Kalaupapa. La primera misión que se impuso el Padre Damián fue construir una iglesia y establecer una parroquia consagrada a santa Filomena. Bajo el liderazgo de Damián se volvieron a pintar las casas, se trabajó en las granjas, y algunas de ellas se convirtieron en colegios, se construyó también una enfermería. El padre Damián solía repetir: "Ningún sacrificio es demasiado grande si se hace por Cristo". Él era consciente de las implicaciones siempre posibles de ser sacerdote: se acepta la vocación para ser como Cristo, y no se aspira a nada menos. El santo llegaría a decir: "Hasta este momento me siento feliz y contento, y si me dieran escoger la posibilidad de salir de aquí curado, respondería sin dudarlo: "Me quedo para toda la vida con mis leprosos"".

Como la gente creía que la lepra era contagiosa, el gobierno prohibió al Padre Damián salir de la isla y tratar con los que pasaban por allí en los barcos. El sacerdote llevaba años sin poder confesarse. Un día, al acercarse un barco que llevaba provisiones para los leprosos, el santo sacerdote se subió a una lancha y casi pegado al barco pidió a un sacerdote que allí viajaba, que lo confesara. Y a grito entero hizo desde allí su única y última confesión, y recibió la absolución de sus faltas.

El rey David Kalakaua de Hawai invistió a Damián con el honor de Caballero Comandante de la Real Orden de Kalakaua I. Cuando su hermana y heredera, la princesa Lydia Lili'uokalani, visitó el establecimiento para entregar la condecoración, las crónicas reflejan que se conmovió de tal manera, y sintió como si se le rompiera el corazón, que le resultó imposible leer su discurso.

La princesa compartió esta experiencia aclamando los esfuerzos del Padre Damián. Su trabajo fue conocido en Estados Unidos y Europa. Los protestantes americanos y la iglesia de Inglaterra enviaron comida, medicina, ropas y suministros. Se cree que el Padre Damián nunca se colgó la medalla que le otorgaron, aunque fue puesta a su derecha en el lecho de muerte.

En diciembre de 1884, mientras preparaba su baño, Damián observó que se había causado serias heridas en la piel al introducir sus pies en agua hirviendo, pero había sido incapaz de sentir el calor; de esta manera, se dio cuenta que se había contagiado la lepra. El santo se arrodilló ante un crucifijo y exclamó: "Señor, por amor a Ti y por la salvación de estos hijos tuyos, acepté esta terrible realidad. La enfermedad me irá carcomiendo el cuerpo, pero me alegra el pensar que cada día en que me encuentre más enfermo en la tierra, estaré más cerca de Ti para el cielo".

A pesar de estar enfermo, los residentes señalaron que trabajó incansablemente construyendo casas y planificó la continuación del programa que había creado para cuando él se hubiera ido. Grande fue su consuelo poco antes de morir, cuando vio llegar al nuevo sacerdote, el Padre Wendelin, acompañado de un grupo de religiosas franciscanas, para hacerse cargo de la enfermería. Su muerte le llegó el 15 de abril de 1889, a los 49 años de edad.

Cuando se produjo la incorporación de Hawäi a la Unión Americana en 1959, los hawaianos decidieron que sea una estatua del misionero la que los represente en el Capitolio de Estados Unidos, como símbolo máximo de su historia.

Sus restos mortales fueron trasladados en 1936 a Bélgica, y reposan en la iglesia de la congregación en Lovaina.

 El 11 de octubre de 2009, el papa Benedicto XVI canonizó a este gran santo que tanto amó y se entregó por los enfermos. Dijo el santo Padre en este día: 

"... Siguiendo a san Pablo, san Damián nos impulsa a elegir las buenas  batallas (cf 1 Tim 1, 18). No aquellas que llevan a la división, sino las que unen. Nos invita a abrir los ojos sobre las lepras que, aún hoy, desfiguran la humanidad de nuestros hermanos y que apelan más que a nuestra generosidad, a la caridad de nuestra presencia de servicio...".

Aprendamos de este gran misionero, el padre Damián, el gran amor que le impulsó a dar la vida por los hermanos dolientes, los más despreciados y marginados, hasta hacerse uno de ellos. Se contagió de la lepra. No tengamos miedo de acercarnos a tantos pobres que sufren, muchos venidos de lejos. Seamos consuelo y bálsamo para ellos, compartamos sus penas y gozos. Recordemos y tengamos siempre gravadas en nuestra mente y en nuestro corazón las palabras de Jesús: "Todo aquello que hicisteis a uno de estos, a Mí me lo hicisteis". (Mateo 25, 40).

Molokai, la isla de los leprosos.


lunes, 1 de abril de 2024

SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE

San Juan Bautista de la Salle

 Mañana, 7 de abril, la Iglesia celebra a san Juan Bautista de la Salle. El santo nació en la ciudad de Reims, en Normandía, en Francia, el 30 de abril de 1651. Sus padres se llamaban Luis y Nicolasa, y fue el primogénito de 11 hermanos. Su padre era jurista. Su familia era adinerada y vivía cómodamente. 

Desde pequeño se mostró como una persona espiritual e interesada por las cosas de Dios. Estudió en el seminario de san Sulpicio, en París. Allí recibió una gran formación que le sirvió para toda su vida. Fue nombrado canónigo de la Catedral de Reims a los 16 años.

Cuando murieron sus padres, tuvo que encargarse de la administración de los bienes de la familia. Terminados sus estudios de teología, fue ordenado sacerdote el 9 de abril de 1678. Dos años más tarde, obtuvo el título de doctor en teología.

Conmovido por la situación de los niños pobres que no tenían acceso a la educación, tomó la decisión de poner todos sus talentos al servicio de ellos. Abandonó su casa familiar y organizó la comunidad que hoy llamamos Hermanos de las Escuelas Cristianas.

Su empresa se encontró con la oposición de las autoridades eclesiásticas que no deseaban la creación de una nueva forma de vida religiosa. Juan y sus Hermanos lograron crear una red de escuelas de calidad, caracterizada por el uso de la lengua vernácula, y la formación religiosa basada en temas originales, preparada por maestros con vocación religiosa y misionera, y por la implicación de los padres en la educación de sus hijos.

La Salle fue innovador al proponer programas para la formación de maestros seglares, cursos dominicales para jóvenes trabajadores y una de las primeras instituciones para la reinserción de delincuentes.

El santo pasaba muchas horas en oración, y les insistía a sus religiosos que lo que más éxito consigue en la labor de un educador es orar, dar buen ejemplo y tratar a todos como Cristo lo recomendó en el Evangelio: "haciendo a los demás todo el bien que deseamos que los demás nos hagan a nosotros".

Extenuado por una vida cargada de austeridades y trabajos, falleció en San Yon, cerca de Rouen, en Francia, el 7 de abril del año 1619, sólo unas semanas antes de cumplir los 68 años.

El 24 de mayo del año 1900, Juan Bautista de la Salle fue declarado santo por el Papa León XIII. En 1950, a causa de su vida y sus escritos inspirados, recibió el título de santo patrono de los que trabajan en la educación. El Papa Pío XII lo nombró Patrono de los educadores del mundo entero. Juan Bautista mostró como se debe enseñar y tratar a los jóvenes, cómo enfrentarse a las deficiencias y debilidades con compasión, cómo ayudar, curar y fortalecer.

Hoy, las escuelas lasalianas existen en 85 países del mundo.

Tomemos ejemplo de este santo en esforzarse, en amar a los demás, especialmente a los pobres, educar con compasión, ser comprensivos con las debilidades de los otros, en definitiva, amar como Dios nos ha amado y nos ama siempre.

Que nuestra Madre, la Virgen, la que siempre acompañó y acompaña a Jesús, nos enseñe a actuar así, con esta caridad y abnegación hacia todos, especialmente los más necesitados. 

Jesús nos dice en el Evangelio: "Dejad que los niños se acerquen a Mí". (Mateo 19, 14). Procuremos acercar a Dios a los niños, y a todos los que aún no conocen a Jesús, con sencillez, con amabilidad, mostrando el gran Amor con que somos amados por Él.

A continuación podemos ver algunos de los Gozos dedicados al santo patrono de las Escuelas Cristianas.

Gozos a san Juan Bautista de la Salle