jueves, 25 de abril de 2024

BEATO CEFERINO GIMÉNEZ MALLA, EL PELÉ

El Pelé, primer beato gitano mártir

 Ceferino Giménez Malla, conocido como el Pelé o el tío Ceferino, nació en Huesca el 24 de agosto de 1861. Fue un laico español de etnia gitana, perteneciente a la Tercera Orden de san Francisco. Era tratante de caballos y artesano de cestería.

Ceferino era un hombre de profundas convicciones religiosas. Cada día asistía a la Misa, comulgaba con frecuencia y rezaba el rosario. Aunque nunca supo leer ni escribir, era amigo de personas cultas, y fue admitido como miembro de diversas asociaciones religiosas: Jueves eucarísticos, Adoración nocturna, Conferencias de san Vicente de Paül... ; ingresó como laico en la Orden Franciscana el año 1902.

El Pelé tenía fama de caritativo y piadoso; participaba en catequesis de niños, y también asistía a enfermos y pobres.

En una ocasión, fue injustamente acusado de robo y encarcelado, aunque finalmente fue declarado inocente. Durante su juicio, el abogado que lo defendía dijo: "El Pelé no es un ladrón, es san Ceferino, patrón de los gitanos". Estas palabras fueron proféticas.

Ceferino destacó por un gesto de heroísmo, durante la Guerra Civil española, en 1936. Un grupo de milicianos republicanos estaban golpeando a culetazos a un sacerdote; Ceferino les reprendió por su conducta, y esto provocó la ira de ellos. Llevaba consigo un rosario, por este motivo le tomaron preso y le condenaron a muerte. Personas que le apreciaban le ofrecieron salvarle si abandonaba su rosario, pero se negó, sabiendo que ello le conducía a la muerte.

Murió en coherencia con la vida que había vivido. Fue fusilado en el cementerio de Barbastro en el año 1936, con el rosario en la mano, mientras gritaba su fe: "VIVA CRISTO REY".

Fue beatificado por el papa san Juan Pablo II en 1997, siendo así el primer gitano martirizado en ser elevado a los altares. En la homilía dijo el Papa:

"También en Barbastro el gitano Ceferino Giménez Malla, conocido como El Pelé, murió por la fe en la que había vivido. Su vida muestra cómo Cristo está presente en los diversos pueblos y razas, y que todos están llamados a la santidad, la cual se alcanza guardando los mandamientos y permaneciendo en su amor".

Debemos aprender de Ceferino su amor incondicional por Cristo, su caridad hacia los demás, y su gran devoción a la Virgen María. Vemos cómo en cada persona, de cualquier raza o condición social, puede reinar Jesús. Todos estamos llamados a la santidad. Dios quiere que todos nos amemos y respetemos. Todos somos hijos de un mismo Padre, que nos ama entrañablemente.

Boda gitana


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