martes, 2 de septiembre de 2025

Un pequeño lápiz en las manos de Dios, SANTA TERESA DE CALCUTA

Santa Teresa de Calcuta.

Ayer viernes, 5 de septiembre, celebrábamos a santa Teresa de Calcuta. Nació el 26 de agosto de 1910 en Skopie, en Albania. Era la pequeña de la familia. Fue bautizada al día siguiente con el nombre de Gonxha Agnes, "Gonxhe" significa "Capullo de rosa o pequeña flor" en albanés. Sus padres se llamaban Nikola y Drane Bojaxhiu. Hizo su primera comunión a la edad de 5 años y medio y recibió la confirmación en noviembre de 1916, a los 6 años de edad. 

Desde pequeña, sus padres la acostumbraron a vivir alabando al Señor y ayudando a los más necesitados. La repentina muerte de su padre cuando tenía unos ocho años de edad, dejó a la familia en una gran estrechez económica.

En septiembre de 1928, Agnes dejó su casa para entrar en el Instituto de la Beata Virgen María en Dublín, donde recibió el nombre de María Teresa, por santa Teresa de Lisieux. Un año después está ya en la India, donde por casi 20 años vivió felizmente en una escuela de su congregación.

El 10 de septiembre de 1946, cuando viajaba para sus ejercicios espirituales, escuchó la "llamada dentro de la llamada". Este día Jesús le reveló su dolor al ver la indiferencia y el desprecio hacia los pobres y le pidió a Teresa que fuera el rostro de su misericordia. La llamó diciéndole:

"Ven, sé mi Luz. No puedo ir solo".

Luego de haber dejado su casa 20 años antes, ahora dejó su Instituto.. Así, la Madre Teresa fundó las Misioneras de la Caridad. Se vistió un sari de la India, un vestido cómo el que usaban las mujeres pobres, e inició su nueva misión entre los últimos de Calcuta, los descartados. 

Comenzaba cada día entrando en comunión con Jesús en la Eucaristía y salía de la casa, con el rosario en la mano, para encontrar y servir a Jesús en "los no deseados, los no amados, aquellos de los que nadie se ocupaba".

Muy pronto se unieron a ella algunas de sus ex alumnas. En pocos años, la Congregación, reconocida en 1950 por el arzobispo de Calcuta y en 1965 por Pablo VI, se difundió por todas las partes del mundo, donde los pobres tienen necesidad de ayuda y sobre todo de amor.

Ella afirmaba:

"De sangre soy albanesa. De ciudadanía India. En lo referente a la fe, soy una monja católica. Por mi vocación, pertenezco al mundo. En lo que se refiere a mi corazón, pertenezco totalmente al Corazón de Jesús".

Su figura fue cada vez más popular a nivel mundial, pero cuando le pedían el secreto de su éxito, ella respondía con una sencillez que desarmaba a cualquiera: "Rezo".

Cuando era alabada por lo mucho que hacía, ella decía simplemente:

"Yo solo soy un pequeño lápiz en las manos de Dios. Es Él Quién lo hace todo".

Siempre pronta para acudir a los pobres y a los necesitados, Madre Teresa se comprometió enormemente también en la defensa de la vida por nacer.

El 17 de octubre de 1979, afirmó, cuando le entregaron el Premio Nobel por la paz:

"El más grande destructor de la paz es el aborto. La vida de los niños y los adultos es siempre la misma vida. Cada existencia es la vida de Dios en nosotros".

Toda la vida y el trabajo de Madre Teresa fue un testimonio de la alegría de amar, de la grandeza y de la dignidad de cada persona humana, del valor de las cosas pequeñas hechas con fidelidad y amor, y del valor incomparable de la amistad con Dios.

Su vida interior estuvo marcada por un profundo, doloroso y constante sentimiento de separación de Dios, incluso de sentirse rechazada por Él, unido a un deseo cada vez mayor de su Amor. Ella misma llamó "oscuridad", a su experiencia interior.

Esta noche de su alma, que comenzó en el inicio de su trabajo con los pobres y continuó hasta el final de su vida, condujo a Madre Teresa a una siempre más profunda unión con Dios. Mediante la oscuridad, ella participó de la sed de Jesús, y compartió la desolación interior de los pobres. Escuchaba a Jesús que le decía: "Tengo sed", y ella se apresuraba a responder a su llamada saciando la sed de amor de Jesús, con su oración y servicio abnegado a los más necesitados.

Murió el 5 de septiembre de 1997 en Calcuta. Santa Teresa de Calcuta afirmaba que la Misericordia no tiene fronteras y decía:

"Tal vez no hablo su lengua, pero puedo sonreír".

Fue beatificada por san Juan Pablo II el 19 de octubre de 2003, y canonizada 13 años después por el Papa Francisco el 4 de septiembre de 2016, dentro de la celebración del Jubileo de los voluntarios y operarios de la misericordia.

Aprendamos de esta gran santa su amor a los más necesitados. Veamos a Jesús en el hermano que sufre y consolémosle, y hagamos todo lo que esté en nuestra mano para aliviarle. Para poder hacerlo vivamos con intensidad la Eucaristía, amemos a Jesús con todo el corazón, recemos a la Virgen, y tendremos la fuerza para amar incondicionalmente.

En el siguiente enlace podemos visualizar la vida de la santa.

https://www.youtube.com/watch?v=Hht7TA8vf08&t=10s


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