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Santa Rosa |
A los tres meses de edad, una sirvienta afirmó haber visto su rostro transformarse en una rosa, y desde entonces era llamada Rosa por su madre.
A muy temprana edad empezó ayunar tres veces por semana y a realizar penitencias en secreto. Más adelante, se mudaron toda la familia a Quives, un pueblo a sesenta kilómetros de Lima, y debido a sus mortificaciones contrajo un reuma muy fuerte.
El día de su confirmación, el arzobispo Toribio de Mogrovejo, la confirmó con el nombre de Rosa. A ella la mortificaba que la llamaran así, porque era la única con este nombre. A los veinticinco años, aceptó y quiso que la llamaran Rosa de Santa María.
Más adelante, se mudaron a Lima, y trabajaba en el huerto y bordaba para diferentes familias de la ciudad, para ayudar al sostenimiento de su hogar. Al ser admirada por su belleza, Rosa cortó su cabello y se puso pimienta en la cara, molesta por haber atraído pretendientes.
La santa pasaba varias horas al día observando al Santísimo Sacramento, que recibía a diario. Hizo voto de virginidad, e ingresó en la tercera orden de Santo Domingo. A partir de entonces se recluyó en la ermita que ella misma construyó, con ayuda de su hermano Hernando, en un extremo del huerto de su casa. Solo salía para visitar el templo de Nuestra Señora del Rosario y atender a las necesidades espirituales de los indígenas y los negros de la ciudad. También atendía a muchos enfermos, creando una especie de enfermería en su casa.
Murió de tuberculosis a los 31 años de edad, en las primeras horas del 24 de agosto de 1617, fiesta de san Bartolomé, como ella misma profetizó. Sus últimas palabras fueron: "¡Jesús, Jesús, sea conmigo". Hoy sus restos se veneran en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Lima.
Su entierro fue uno de los más notables que vivió la ciudad de Lima. Hubo que requerirse la fuerza de la guardia del virrey para impedir que Rosa fuera desvestida por los devotos, que se abalanzaban en busca de un recuerdo, aclamándola como santa.
Fue beatificada el 15 de abril de 1668 por el Papa Clemente IX y el Papa Clemente X la canonizó el 12 de abril de 1671. Ya antes había sido proclamada excelsa patrona de Lima en 1669 y del Nuevo Mundo y las Filipinas en 1670. Además cuenta con muchos otros patronazgos, y en virtud de la enfermedad que le causó la muerte, es patrona de los tuberculosos.
La figura de santa Rosa representa un símbolo de integración del pueblo peruano. En ella convergen todas las clases sociales.
El Papa Inocencio IX dijo este elogio de la santa:
"Probablemente no ha habido en América un misionero que con sus predicaciones haya logrado más conversiones que las que Rosa de Lima obtuvo con su oración y sus mortificaciones".
Aprendamos de esta gran santa su mortificación y su oración para ayudar a todos, especialmente a los más marginados de aquel momento en su tierra peruana. Hoy también muchos son despreciados por su origen o situación. Dios nos ama a todos. Así nos lo ha recordado el Papa León XIV el día de su elección:
"Dios nos quiere. Dios los ama a todos, ¡y el mal no prevalecerá!. Todos estamos en manos de Dios. Por lo tanto, sin miedo, unidos de la mano con Dios y entre nosotros, sigamos adelante".
En el siguiente enlace podemos leer los gozos de la santa.
https://algunsgoigs.blogspot.com/2018/10/goigs-santa-rosa-de-lima-llafranc.html
Aquí podemos visualizar la vida de la santa
https://algunsgoigs.blogspot.com/2018/12/goigs-als-sants-innocents-bellmunt-del.html
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