martes, 11 de marzo de 2025

Caridad y servicio, SANTA LUISA DE MARILLAC

Santa Luisa de Marillac

 Hoy sábado, 15 de marzo, celebramos a santa Luisa de Marillac. La santa nació en el año 1591, y era hija de una familia noble. Quedó huérfana de madre muy pronto, y su padre le proporcionó una buena educación en todas las ramas del saber. Luisa era muy piadosa y ejemplar.

A los quince años quiso entrar en un convento de capuchinas, pero la disuadieron por su delicada salud. Murió su padre, y a instancias de sus parientes se casó con el señor Le Gras. Dicen de ella: 

"Fue un dechado de esposa cristiana. Con su bondad y dulzura logró ablandar a su marido, que era de carácter poco llevadero, dando el ejemplo de un matrimonio ideal en que todo era común, hasta la oración."

Tuvieron un hijo al que Luisa tenía un gran amor. Quedó viuda a los 34 años. El señor Le Gras murió santamente en sus brazos. Desde entonces decidió entregarse totalmente a Dios y a las buenas obras.

Luisa se dirigía espiritualmente con san Francisco de Sales. Este la encaminó a san Vicente de Paúl. Vicente había empezado ya sus obras de misericordia, como las Caridades, asociaciones al servicio de los pobres.

Luisa pondrá en ellas su toque maternal y femenino, todo su corazón. Recorría los pueblos, reanimaba las cofradías, visitaba a los enfermos y todo quedaba renovado.

Otras jóvenes se unen a Luisa para atender a los muchos necesitados que hay en Francia. Después de un tiempo de noviciado, Luisa y sus compañeras pronuncian sus votos, en la fiesta de la Anunciación del año 1634, fecha en que luego renovarán sus votos en todo el mundo las Hijas de la Caridad de san Vicente de Paúl.

Se multiplica el bien hacia "sus señores los pobres", como gustan llamarlos. Visita los hospitales. Atiende a niños huérfanos. Se extienden por Flandes y Polonia, y luego por todo el mundo. Se construyen asilos para pobres, establecimientos para enfermos mentales. No hay dolencia sin remedio para Luisa y sus compañeras.

A principios de 1655 quedó erigida canónicamente la Congregación de las Hijas de la Caridad. San Vicente les leyó las Reglas y les dijo:

"De hoy en adelante, llevaréis el nombre de Hijas de la Caridad. Conservad este título, que es el más hermoso que podéis tener".

Las Hijas de la Caridad han permanecido fieles a su carisma. La actividad desarrollada por santa Luisa era sobrehumana, a pesar de su delicada salud. Cayó agotada en el surco del trabajo el 15 de marzo de 1660. Vicente, también enfermo, no pudo acompañarla en la hora de la muerte. Le envió este recado:

"Usted va delante, pronto la volveré a ver en el cielo". Vicente, cargado de buenas obras, no tardaría en acompañarla.

Los restos de santa Luisa de Marillac reposan en París, en la casa madre de la Congregación, en la misma Capilla de las apariciones de la Virgen de la Medalla Milagrosa a santa Catalina Labouré.

Sigamos el ejemplo de esta gran santa, héroe de la caridad, y amemos con obras a nuestros hermanos. En nuestro tiempo, también hay grandes necesidades que atender. Muchas personas necesitan ser escuchadas, atendidas y valoradas. Recordemos lo que nos dice Jesús en el Evangelio de san Mateo:

"Tuve hambre, y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, era extranjero y me acogisteis, estaba en la cárcel y vinisteis a verme..." (Mateo 25, 35-36).

En el siguiente enlace, podemos leer los gozos a la santa.

https://algunsgoigs.blogspot.com/2018/09/goigs-santa-lluisa-de-marillac.html

Aquí podemos ver un vídeo sobre santa Luisa de Marillac.

https://www.youtube.com/watch?v=FUp3SEdYNAo





No hay comentarios:

Publicar un comentario