lunes, 21 de octubre de 2024

SAN LUCIANO Y MARCIANO

San Luciano y Marciano, mártires.

 Hoy sábado, 26 de octubre, celebramos a los santos Luciano y Marciano. Nacieron en el siglo III en Nicomedia, que era la capital de la provincia romana de Bitinia, en el noroeste de Asia Menor.

Eran hermanos y se dedicaban a la magia. En cierta ocasión, quisieron seducir a una joven cristiana con sus artes mágicas, pero la muchacha deshizo el hechizo con la señal de la Cruz. A partir de este episodio, Luciano y  Marciano abandonaron la magia y se convirtieron a la fe en Cristo.

Los dos llevaban una vida ejemplar de oración, sencillez y castidad. Cuando irrumpió la persecución del emperador Decio, a mitad del siglo III, Luciano y Marciano fueron arrestados. El procónsul Sabino, ante el cual comparecieron, preguntó a Luciano, quien le había autorizado a predicar en el nombre de Jesucristo. El mártir replicó:

"Todo ser humano está autorizado a tratar de apartar del error a sus hermanos".

También Marciano se glorió en el poder de Jesucristo. Cuando el juez los condenó a la tortura, los mártires le hicieron notar que, en la época en que adoraban a los ídolos y practicaban la magia abiertamente, no habían incurrido en ningún castigo, en cambio ahora que eran buenos ciudadanos se los condenaba a la tortura. Sabino los amenazó entonces con nuevos tormentos. Marciano replicó:

"Estamos prontos a sufrirlos, pero de ningún modo abjuraremos del verdadero Dios, pues con ello mereceríamos ser enviados al fuego que no se extingue". Entonces, Sabino los condenó a perecer quemados en vida. Los mártires se dirigieron con gozo al lugar de la ejecución, cantando himnos de acción de gracias a Dios. Murieron en la hoguera el 26 de octubre del año 251. 

En época indeterminada llegaron parte de sus reliquias a Vic, donde se instalaron en la iglesia de san Saturnino, actualmente de la Piedad, cerca del templo romano de Vic. Encontradas en el año 1050, gracias a las visiones del presbítero Ramón Ferrer, se revitalizó su culto, y fueron elegidos como patronos de la ciudad. Actualmente, desde el año 1862, el patrono es sant Miquel dels Sants.

A partir del siglo XIV, y al haber sido proclamados patronos de Vic, se difundió la idea de que los mártires vivieron en esta zona. Eso es debido a la posesión de sus reliquias. Una de estas tradiciones afirma que vivieron escondidos en una cueva, y que los pastores les traían alimentos. Esta cueva está situada bajo la sierra de santa Llúcia de Sobremunt, y allí está una capilla dedicada a los dos mártires.

Mossèn Cinto Verdaguer les dedicó en el año 1865 su primer gran poema. Alguna de sus estrofas dice así:

"Eixos foren tos màrtirs, gran Ausona;

un jorn feren als bons esgarrifança,

i a qui els baixà la palma i la corona,

de purs après varen tenir semblança:

son viure fou de curt llisquívola ona

que rodola en cap vespres de bonança

però de l'arbre en l'altre món se mida

lo fruit que porta, no la llarga vida.

Ells foren els primers que per ta plana

feren lo nom de Cristo ressonar-hi..."



Aprendamos de estos mártires su valentía en confesar la fe en Jesucristo, y su alegría a pesar de la condena a muerte. "Dios es la alegría de aquel que le ama", decía san Juan María Vianney, el Santo Cura de Ars. Que el ejemplo de los santos nos estimule a vivir con gozo.

En el siguiente enlace podemos leer los gozos de estos santos mártires.

https://algunsgoigs.blogspot.com/search/label/Lluci%C3%A0%20i%20Marci%C3%A0%20(sants)

Cueva de los santos mártires en la finca de Quintanes, cerca de Vic.


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