jueves, 31 de octubre de 2024

TODOS LOS SANTOS

 

Todos los Santos

Ayer, 1 de noviembre, celebrábamos la gran festividad de Todos los Santos. En este día, se festeja con una gran fiesta a todos los difuntos que, habiendo superado el purgatorio, se han santificado totalmente, y gozan de la vida eterna en la presencia de Dios.

Por eso es el día de "Todos los santos", ya que no se celebra solo en honor a los beatos o santos que están en la lista de los canonizados y que tienen un día especial al año, sino en honor a todos los que no están canonizados pero viven ya en la presencia de Dios en su Iglesia triunfante, en el Cielo.

San Juan Pablo II, en la homilía de la misa dedicada a la Solemnidad de Todos los Santos, en noviembre del 1980, decía:

"Hoy nosotros estamos inmersos con el espíritu entre esta muchedumbre innumerable de santos, de salvados, los cuales, a partir del justo Abel, hasta el que quizás está muriendo en este momento en alguna parte del mundo, nos rodean, nos animan y cantan todos juntos un poderoso himno de gloria".

La Solemnidad de Todos los Santos tiene sus orígenes en el siglo IV, cuando el número de mártires de la Iglesia llegó a ser tal que era imposible destinar cada día del año para recordar a un solo mártir. Entonces, la Iglesia optó por hacer una celebración conjunta para honrar a todos los que habían alcanzado el cielo, en un solo día, una vez al año.

Cuando el 13 de mayo del año 610, el Papa Bonifacio IV dedicó el Panteón romano al culto cristiano, consagró el nuevo templo a la Bienaventurada Madre de Dios y a todos los mártires. A partir de entonces, la celebración de Todos los Santos quedó fijada en esa fecha y así permanecería por muchos años, hasta que el Papa Gregorio IV, en el siglo VII, trasladó la celebración al primer día del mes de noviembre. Es muy probable que la decisión del Papa Gregorio haya respondido al deseo de contrarrestar la fiesta pagana del "Samhain" o año nuevo celta, que se celebraba la noche del 31 de octubre.

En el año 2013, el Papa Francisco hizo una hermosa exhortación a la multitud que lo acompañaba en la celebración de esta Solemnidad: 

"Dios te dice: no tengas miedo de la santidad, no tengas miedo de apuntar alto, de dejarte amar y purificar por Dios, no tengas miedo de dejarte guiar por el Espíritu Santo. Dejémonos contagiar por la santidad de Dios".

Todos estamos llamados a ser santos. Debemos recordar y agradecer la vida de tantos que lo dieron todo por amor a Jesús. Hoy nos animan a mirar lejos, al premio que nos espera, nos animan a no resignarnos ante las dificultades de la vida de cada día, porque la vida tiene una finalidad: la comunión eterna con Dios.

Con esta fiesta, la Iglesia nos señala y pone a nuestro lado a los santos, amigos de Dios y modelos de vida bienaventurada que interceden por nosotros, animándonos a vivir con mayor intensidad nuestra vida cristiana.

Nosotros también podemos convertirnos en esos "santos de la puerta de al lado" de los que nos habla el Papa Francisco. Ser capaces de hacer brillar la luz del Amor misericordioso del Señor en la familia, trabajo, tiempo libre... Saber vivir como Jesús.

Vivamos el gozo de ser amados por Dios, y llamados a seguirle con entusiasmo. Aprendamos de nuestra Madre, la Virgen, a vivir siempre con Jesús en el corazón.

En el siguiente enlace podemos ver los gozos a Todos los Santos.

https://algunsgoigs.blogspot.com/2018/11/goigs-tots-els-sants.html


lunes, 21 de octubre de 2024

SAN LUCIANO Y MARCIANO

San Luciano y Marciano, mártires.

 Hoy sábado, 26 de octubre, celebramos a los santos Luciano y Marciano. Nacieron en el siglo III en Nicomedia, que era la capital de la provincia romana de Bitinia, en el noroeste de Asia Menor.

Eran hermanos y se dedicaban a la magia. En cierta ocasión, quisieron seducir a una joven cristiana con sus artes mágicas, pero la muchacha deshizo el hechizo con la señal de la Cruz. A partir de este episodio, Luciano y  Marciano abandonaron la magia y se convirtieron a la fe en Cristo.

Los dos llevaban una vida ejemplar de oración, sencillez y castidad. Cuando irrumpió la persecución del emperador Decio, a mitad del siglo III, Luciano y Marciano fueron arrestados. El procónsul Sabino, ante el cual comparecieron, preguntó a Luciano, quien le había autorizado a predicar en el nombre de Jesucristo. El mártir replicó:

"Todo ser humano está autorizado a tratar de apartar del error a sus hermanos".

También Marciano se glorió en el poder de Jesucristo. Cuando el juez los condenó a la tortura, los mártires le hicieron notar que, en la época en que adoraban a los ídolos y practicaban la magia abiertamente, no habían incurrido en ningún castigo, en cambio ahora que eran buenos ciudadanos se los condenaba a la tortura. Sabino los amenazó entonces con nuevos tormentos. Marciano replicó:

"Estamos prontos a sufrirlos, pero de ningún modo abjuraremos del verdadero Dios, pues con ello mereceríamos ser enviados al fuego que no se extingue". Entonces, Sabino los condenó a perecer quemados en vida. Los mártires se dirigieron con gozo al lugar de la ejecución, cantando himnos de acción de gracias a Dios. Murieron en la hoguera el 26 de octubre del año 251. 

En época indeterminada llegaron parte de sus reliquias a Vic, donde se instalaron en la iglesia de san Saturnino, actualmente de la Piedad, cerca del templo romano de Vic. Encontradas en el año 1050, gracias a las visiones del presbítero Ramón Ferrer, se revitalizó su culto, y fueron elegidos como patronos de la ciudad. Actualmente, desde el año 1862, el patrono es sant Miquel dels Sants.

A partir del siglo XIV, y al haber sido proclamados patronos de Vic, se difundió la idea de que los mártires vivieron en esta zona. Eso es debido a la posesión de sus reliquias. Una de estas tradiciones afirma que vivieron escondidos en una cueva, y que los pastores les traían alimentos. Esta cueva está situada bajo la sierra de santa Llúcia de Sobremunt, y allí está una capilla dedicada a los dos mártires.

Mossèn Cinto Verdaguer les dedicó en el año 1865 su primer gran poema. Alguna de sus estrofas dice así:

"Eixos foren tos màrtirs, gran Ausona;

un jorn feren als bons esgarrifança,

i a qui els baixà la palma i la corona,

de purs après varen tenir semblança:

son viure fou de curt llisquívola ona

que rodola en cap vespres de bonança

però de l'arbre en l'altre món se mida

lo fruit que porta, no la llarga vida.

Ells foren els primers que per ta plana

feren lo nom de Cristo ressonar-hi..."



Aprendamos de estos mártires su valentía en confesar la fe en Jesucristo, y su alegría a pesar de la condena a muerte. "Dios es la alegría de aquel que le ama", decía san Juan María Vianney, el Santo Cura de Ars. Que el ejemplo de los santos nos estimule a vivir con gozo.

En el siguiente enlace podemos leer los gozos de estos santos mártires.

https://algunsgoigs.blogspot.com/search/label/Lluci%C3%A0%20i%20Marci%C3%A0%20(sants)

Cueva de los santos mártires en la finca de Quintanes, cerca de Vic.


martes, 15 de octubre de 2024

SAN PEDRO DE ALCÁNTARA

San Pedro de Alcántara

 Hoy sábado, 19 de octubre, celebramos a san Pedro de Alcántara. Su nombre de nacimiento era Juan de Garabito y Vilela de Sanabria. Nació el año 1499 en Alcántara, en Extremadura. Su padre se llamaba Pedro Garabito, y era el gobernador de la región, y su madre era de la familia noble de Sanabria. Ambos eran personas de gran piedad.

Estudió gramática y filosofía en su pueblo natal, y luego, a los 14 años, fue enviado a la universidad de Salamanca. Al regresar a casa, se hizo franciscano en el año 1515. En el noviciado lo pusieron de portero, hortelano, barrendero y cocinero.  A los 22 años fue enviado a fundar una nueva comunidad en Badajoz. Fue ordenado sacerdote en el año 1524, y en 1525 guardián del convento de santa María de los Ángeles en Robredillo. Pocos años después comenzó a predicar con gran éxito.

Llegó a mortificarse tanto en el comer y en el beber que perdió el sentido del gusto y así todos los alimentos le sabían igual. Dormía sobre un duro cuero en el suelo. Pasaba horas y horas de rodillas, y si el cansancio le llegaba, apoyaba su cabeza sobre un clavo de la pared y así dormía unos minutos, arrodillado. Pasaba noches sin dormir, rezando y meditando. Por eso ha sido elegido protector de los celadores y guardias nocturnos.

Prefería predicar a los pobres. Fundó una nueva rama de los franciscanos, llamados de "estricta observancia". En el año 1560, san Pedro de Alcántara se encontró con santa Teresa, la cual estaba muy angustiada porque algunas personas le decían que las visiones que ella tenía eran engaños del demonio. Guiado por su propia experiencia, san Pedro la entendió perfectamente, y le dijo que sus visiones venían de Dios y habló en favor de ella con otros sacerdotes que la dirigían.

Santa Teresa, en su autobiografía, cuenta algunos datos que el santo le había dicho:

"Me dijo que en los últimos años no había dormido sino unas poquísimas horas cada noche. Que al principio, su mayor mortificación consistía en vencer el sueño, por lo cual tenía que pasar la noche de rodillas o de pie. Que en estos 40 años, jamás se cubrió la cabeza en los viajes, aunque el sol o la lluvia fueran muy fuertes. Siempre iba descalzo y su único vestido era una túnica de tela muy ordinaria. Me dijo que cuando el frío era muy intenso, entonces se quitaba el manto y abría la puerta y la ventana de su habitación, para que luego al cerrarlas y ponerse otra vez el manto lograra sentir un poquito más de calor. Estaba acostumbrado a comer solo cada tres días y se extrañó de que yo me maravillase por eso, pues decía, que eso era cuestión de acostumbrarse uno a no comer.

Un compañero suyo me contó que a veces pasaba una semana sin comer, y esto sucedía cundo le llegaba los éxtasis y los días de oración más profunda pues entonces sus sentidos no se daban cuenta de lo que sucedía a su alrededor. Cuando yo lo conocí ya era muy viejo, y su cuerpo estaba tan flaco que parecía más bien hecho de raíces y de cortezas de árbol, que de carne. Era un hombre muy amable, pero sólo hablaba cuando le preguntaban algo. Respondía con pocas palabras, pero valía la pena oírlo, porque lo que decía hacía mucho bien"...

Este es el retrato de un santo, hecho por una santa.

Los últimos años de su vida, los dedicó el santo en gran parte a ayudar a santa Teresa en la fundación de la comunidad de Hermanas Carmelitas que ella había fundado. Cuenta santa Teresa que san Pedro de Alcántara se le apareció a ella después de muerto y le dijo:

"Felices sufrimientos y penitencias en la tierra, que me consiguieron tan grandes premios en el cielo".

Murió a la edad de 63 años, de rodillas y diciendo aquellas palabras del Salmo: "¡Qué alegría cuando me dijeron: Vamos a la Casa del Señor!".

Fue beatificado por el Papa Gregorio XV en el año 1622, y canonizado por el Papa Clemente IX en el año 1669.

Admiremos en este santo su gran penitencia y mortificación, a la vez que su gran piedad y benevolencia con todos. En este sábado, y en la vigilia de la celebración del DOMUND, pidamos a la Virgen María ser solícitos en ayudar a los hermanos, y en anunciar la Buena Noticia del Amor de Dios a todos.

En el siguiente enlace podemos leer unos gozos dedicados al santo.

https://algunsgoigs.blogspot.com/2023/10/goigs-sant-pere-dalcantara-en-castella.html

domingo, 6 de octubre de 2024

NUESTRA SEÑORA DEL PILAR

Nuestra Señora del Pilar

 Hoy sábado, 12 de octubre, celebramos la fiesta de la Virgen del Pilar. La historia sobre los orígenes de esta advocación mariana se remontan al año 40. El apóstol Santiago estaba en Cesaraugusta, la actual Zaragoza, a orillas del rio Ebro, y en la noche del 2 de enero, Santiago oyó voces de ángeles que cantaban "Ave María, gratia plena" y vio aparecer a la Virgen Madre de Cristo, de pie sobre un pilar de mármol. La Virgen María, que aún vivía en carne mortal, le pidió al apóstol que se le construyese allí una iglesia, con el altar en torno al pilar donde estaba de pie, y prometió que "permanecerá este sitio hasta el fin de los tiempos para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión con aquellos que en sus necesidades imploren mi patrocinio".

Desapareció la Virgen y quedó ahí el pilar. El apóstol Santiago y los ocho testigos del prodigio comenzaron inmediatamente a edificar una iglesia en aquel sitio. Esta fue la primera iglesia dedicada en honor a la Virgen Santísima. 

Nuestra Señora llegó a Zaragoza en "carne mortal", antes de su Asunción al Cielo, y como testimonio de su visita ha dejado una columna de jaspe conocida popularmente como "EL PILAR".

La imagen de la Virgen es una talla en madera dorada; mide treinta y seis centímetros y medio de altura, y descansa sobre una columna de jaspe forrada de bronce y plata y cubierto, a su vez, por un manto desde los pies de la imagen. 

La escultura es de estilo gótico tardío franco-borgoñón de hacia el año 1435, y es atribuida a Juan de la Huerta, imaginero de Daroca. En cuanto a su iconografía, se observa a María coronada y con túnica y manto, que recoge con su mano derecha, contemplando a Jesús niño que agarra el manto de su madre con la mano derecha y un pájaro con la izquierda.

Se atribuyen a la intercesión de Nuestra Señora del Pilar diversos milagros, entre los que destacan la asombrosa curación de doña Blanca de Navarra, a la que se creía muerta, y las de invidentes como el niño Manuel Tomás Serrano y el organista Domingo de Saludes. Un milagro muy espectacular es el "Milagro de Calanda"

Este milagro sucedió entre las 10 y las 11 de la noche del jueves 29 de marzo del año 1640 en la villa aragonesa de Calanda, y en la persona del joven Miguel Pellicer, de 23 años. Este joven, a los 19 años, trabajando en Castellón de la Plana, cayó de un carro, cargado de trigo, que él mismo conducía, y una rueda le aplastó la pierna derecha. Pasó 5 días en el hospital de Valencia, y pidió ser llevado al Hospital de Nuestra Señora de Gracia en Zaragoza.

Debido a este accidente, fue necesario amputarle la pierna dos dedos más abajo de la rodilla, y fue enterrada. Tras su convalecencia durante dos años en el hospital de Zaragoza, fue mendigo en la puerta del templo de Nuestra Señora del Pilar, de la que era muy devoto desde pequeño, ya que en su pueblo de Calanda había una ermita dedicada a Ella, y se había encomendado antes y después de su operación a la Virgen, confesando y comulgando en su santuario.

Cada día, Miguel Pellicer, untaba el muñón de su pierna con el aceite de las lámparas que ardían ante la Virgen del Pilar, mientras pedía limosna a la puerta del templo.

Vuelto a casa de sus padres, en Calanda, a primeros de marzo de 1640, el día 29 de este mes, habiéndose acostado en la misma habitación de sus padres, por haber un soldado alojado en casa, lo encontraron ellos dormido media hora más tarde, con dos piernas, notándose en la restituida las mismas señales de un grano y unas cicatrices que tenía antes de su amputación.

Tras su curación, Miguel volvió a viajar a Zaragoza para dar gracias a la Virgen del Pilar, y se pronunció sentencia de su curación milagrosa el 27 de abril de 1641. Se conserva íntegro el texto de este proceso con las declaraciones de los 25 testigos que comparecieron.

El milagro se divulgó y Miguel Pellicer fue recibido por el rey Felipe IV. El mismo Papa Urbano VIII fue informado personalmente del milagro.

El Papa Clemente XII señaló la fecha del 12 de octubre para la festividad particular de la Virgen del Pilar.

Se trata de una venida extraordinaria de la Virgen durante su vida mortal, cuando aún vivía en Palestina. La Columna o Pilar que la trajo la misma Señora, para que, sobre él, se construyera la primera capilla que sería el primer templo dedicado a la Virgen de toda la cristiandad.

Podemos cantar a la Virgen del Pilar con este hermoso himno.

https://www.google.com/search?q=himno+a+la+virgen+del+pilar&oq=himno+a+la+virgen+del+pilar&gs_lcrp=EgZjaHJvbWUqDggAEEUYJxg7GIAEGIoFMg4IABB

Numerosos gozos cantan a la Virgen, en su advocación del Pilar. En el siguiente enlace podemos ver los de la parroquia de Sant Jaume de Barcelona.

https://algunsgoigs.blogspot.com/2021/03/goigs-la-mare-de-deu-del-pilar.html

Un hecho extraordinario más reciente, atribuido a la protección de Nuestra Señora del Pilar, es el que ocurrió el 3 de agosto del año 1936, cuando fue bombardeada la Basílica del Pilar de Zaragoza, durante la Guerra Civil española. Un avión del ejército republicano lanzó sobre la plaza del Pilar cuatro bombas de 50 kilos cada una. Eran las dos y media de la madrugada. Ninguna de las cuatro llegó a estallar, evitando un posible hundimiento de la Basílica.

Recemos con fervor a la Virgen del Pilar en este día de su fiesta. Que Ella interceda ante el Señor para que crezca la fe y el amor a Dios en cada uno de nosotros. Que sepamos comunicar e irradiar el gozo del Evangelio. Nuestros compatriotas trajeron la fe cristiana a países muy lejanos. Hoy necesitamos revitalizar nuestro entusiasmo y alegría en el seguimiento de Jesús. Invoquemos a Nuestra Señora del Pilar para que nos ayude.

Basílica del Pilar en Zaragoza.