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Santo Cristo de Lepanto |
Hoy sábado, 14 de septiembre, celebramos la Exaltación de la Santa Cruz. Esta fiesta conmemora la recuperación de la verdadera Cruz de Jesucristo, por parte del emperador bizantino Heráclito, en el año 628, con la aclamación de todo el pueblo.
El 13 de septiembre del año 335, se dedicó en Jerusalén la iglesia de la Resurrección y del Martyrium. Al día siguiente, en una solemne ceremonia, se expuso la cruz que la emperatriz santa Helena había encontrado el 14 de septiembre del año 320. En el año 614, Cosroe II, rey de los persas, declara la guerra al imperio bizantino. Tras ocupar Jerusalén, se llevó, entre sus tesoros, la Cruz de Jesús. El emperador Heráclito propuso la paz a Cosroe, pero éste rechazó la oferta. Ante la negativa, Heráclito le hizo la guerra, y en el año 627 le venció en la batalla de Nínive. Tras la caída de Cosroe, Heráclito exigió a su sucesor la devolución de la Cruz, que regresó así a Jerusalén.
En este día, no se exalta la crueldad de la Cruz, sino el Amor que Dios manifestó a los hombres al aceptar morir en la Cruz.
Según manifiesta la historia, al recuperar el precioso madero, el emperador quiso cargar una cruz, como había hecho Cristo a través de la ciudad, pero tan pronto puso el madero al hombro e intentó entrar a un recinto sagrado, no pudo hacerlo y quedó paralizado. El patriarca Zacarías, que iba a su lado, le indicó que todo aquel esplendor imperial iba en desacuerdo con el aspecto humilde y doloroso de Cristo cuando iba cargando la cruz por las calles de Jerusalén.
Entonces, el emperador se despojó de su atuendo imperial, y con simples vestiduras, avanzó sin dificultad seguido por todo el pueblo, hasta dejar la cruz en el sitio donde antes era venerada. Los fragmentos de la santa Cruz se encontraban en el cofre de plata dentro del cual se los habían llevado los persas, y cuando el patriarca y los clérigos abrieron el cofre, todos los fieles veneraron las reliquias con mucho fervor, e incluso se produjeron muchos milagros.
El papa Francisco nos dice: "Aunque era Dios, Cristo se humilló haciéndose siervo. Esta es la gloria de la Cruz de Jesús".
El papa Benedicto XVI escribió: "No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva". El Evangelio nos muestra que Dios quiere construir una relación de amor con cada persona, y se ofrece en su Hijo Jesús, elevado en la Cruz.
Levantar los ojos hacia Dios sugiere una verdad importante: estamos invitados a relacionarnos con Él. La Cruz es la medida del amor con que Dios ama a sus hijos. Es la Misericordia de Dios que ilumina las noches de la vida y permite continuar el camino.
En esta festividad, el cristiano recuerda el papel central que juega la Cruz en su vida, respondiendo al llamado de Jesucristo: "Si alguno quiere venir tras de Mí, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz y que me siga". (Mateo 16, 24).
En el Evangelio de san Juan, Jesús nos dice: "Y cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia Mí". (Juan 12, 32).
Esta fiesta, paralelamente con la de la Invención de la Santa Cruz del 3 de mayo, tradicionalmente se ha asociado a la invocación por una buena cosecha y contra el mal tiempo. Hay un dicho popular que dice: "Sant Marc, Santa Creu, Santa Bàrbara no ens deixeu", que traducido es así: "San Marcos, Santa Cruz, Santa Bárbara no nos dejéis". Esta frase da testimonio de la fe del pueblo en el poder protector de la Santa Cruz contra las inclemencias del tiempo.
La Catedral de Barcelona está dedicada a la Santa Cruz desde el año 599. Vivamos con gozo este día. Jesús ha dado su Vida por Amor. Alegrémonos con Él. San Pablo nos dice: "Si hemos muerto con Cristo, resucitaremos con Él" .(Romanos 6, 8).
En el siguiente enlace podemos ver unos gozos dedicados a la fiesta que hoy celebramos.
https://algunsgoigs.blogspot.com/2020/03/goigs-de-lexaltacio-de-la-santa-creu.html
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