viernes, 5 de enero de 2024

SAN HILARIO DE POITIERS

San Hilario de Poitiers

 Hoy sábado, 13 de enero, celebramos la fiesta de san Hilario de Poitiers. Hilario nació en el año 315 en Poitiers, en la Galia, hoy Francia, en el seno de una familia noble pero probablemente pagana. Recibió muy buena formación humanística, y tuvo gran habilidad para escribir.

Ya adulto, en el año 345, pidió ser bautizado. Luego fue llamado por el Señor al servicio sacerdotal y elegido obispo de su ciudad natal en el año 353. Supo desarrollar, con acierto y claridad, aspectos importantes de la doctrina cristiana. El comentario de Hilario al Evangelio, la primera de sus obras, es considerado el primer texto explicativo de los Evangelios escrito originalmente en latín.

En el año 356 tomó parte como Obispo en el Sínodo de Béziers, en el sur de Francia. Hilario definió aquella reunión como "el sínodo de los falsos apóstoles", porque la asamblea estaba dominada por obispos que negaban la divinidad de Jesucristo. Estos "falsos apóstoles" solicitaron al emperador Constancio que Hilario fuera condenado al exilio, pues era un obstáculo para ellos y sus doctrinas.

Hilario tuvo que abandonar la Galia e irse a vivir a Frigia, una región que hoy pertenece a Turquía. Desde allí, se empeñó en buscar el camino para el restablecimiento de la unidad en la Iglesia. Así, inició la redacción de su obra dogmática más importante conocida como "De Trinitate", la cual se enmarca en las enseñanzas doctrinales del Concilio de Nicea y evidencia, con contundencia, que las Sagradas Escrituras testimonian claramente la divinidad del Hijo de Dios, Jesucristo.

Hilario defiende la Trinidad frente al arrianismo creciente del siglo IV. El Santo afirma con claridad: "El Hijo de Dios es el Unigénito de Dios, llamado Hijo por compartir todos los atributos del Padre, y por nacer antes de todos los siglos por la misma Sustancia que Dios Padre".

Alrededor del año 361, san Hilario regresa del exilio a Francia. Sus fieles y hermanos en el episcopado le dieron la bienvenida con gozo y alegría. Recibió la visita de Martín, su antiguo discípulo y luego obispo, san Martín de Tours. Participa del Sínodo celebrado en París. Aquella reunión, gracias a la Providencia divina, se convirtió en una "vuelta" a la doctrina y al lenguaje del Concilio de Nicea.

En los últimos años de su vida, Hilario se dedicó a la elaboración del "Tratado sobre los Salmos", en el que el santo hizo una lectura cristológica de los cantos del rey David, encontrando en ellos luces que iluminan el misterio de Cristo y de su Cuerpo Místico que es la Iglesia.

San Hilario de Poitiers partió a la Casa del Padre en el año 367. En el año 1851, siglos después de su muerte, el Beato Papa Pío IX lo proclamó Doctor de la Iglesia.

Hilario fue llamado "Martillo de los arrianos", y también "el Atanasio de Occidente", aludiendo a san Atanasio, Padre de la Iglesia Oriental.

Vemos con qué ardor san Hilario supo defender la fe auténtica de la Iglesia, cómo amó la Palabra de Dios. Procuremos también leer con amor la Biblia. Dios nos habla en las Sagradas Escrituras. Hagamos cómo la Virgen María, que guardaba todo lo de Jesús en el Corazón y lo meditaba. (Lucas 2, 19 y 51).


La Virgen con la Palabra de Dios


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