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| Beato Francisco de Paula Castelló i Aleu |
Hoy sábado, 28 de septiembre, celebramos la fiesta del beato Francisco de Paula Castelló i Aleu. Nació en Alicante el 19 de abril de 1914. Era el tercero de los hijos del matrimonio, con dos hermanas mayores. Su padre murió cuando todavía era muy niño, y la familia tuvo que trasladarse a Lleida.
Su madre trabajaba de maestra en el pueblo de Juneda, en Lleida. Francisco ingresó interno en el colegio de los Maristas. Mientras estaba allí estudiando, le comunicaron la triste noticia del fallecimiento de su madre. El y sus hermanas eran huérfanos. El jesuita Joan Calaf y su tía María Castelló, se hicieron cargo de ellos. Francisco terminó brillantemente el bachillerato.
Estudió Química en el instituto de Sarriá, fundado por el Padre Eduardo Victoria en el año 1930. Trabajaba, y su nómina no llegaba a la casa, porque siempre estaba ayudando a la gente pobre y necesitada. Era un joven que irradiaba alegría.
El instituto jesuita donde estudiaba fue incautado, y junto con su amigo jesuita Román Galán, terminó sus estudios en Oviedo, y obtuvo la licenciatura en el año 1934.
Regresó a Lleida. Trabajaba y veía las necesidades de instrucción de los trabajadores. Ingresó en el Movimiento de Jóvenes Cristianos de Catalunya, dependiente de la Acción Católica. También fue socio del Centro Excursionista de Lleida, y perteneció al Movimiento Scout. En el año 1935 trabajó como ingeniero químico en la fábrica Cros S.A. de Lleida.
En este mismo año, se comprometió con María Pelegrí Esquerda, Mariona, a quien amó profundamente. Al poco tiempo, ingresó en el ejército de la República como soldado de complemento. Fue un buen soldado y no escondió su condición de cristiano. La guerra civil le sorprendió mientras realizaba el servicio militar.
En el momento del alzamiento, fue arrestado por ser cristiano, y no escondió su fe. En la prisión siempre estaba contento, a pesar de los insultos de sus guardianes. En el juicio, como no le pudieron acusar de nada político, le acusaron de ser católico y le condenaron a muerte. El Presidente del tribunal, dijo que podía defenderse, y él respondió:
"No hace falta. ¿Para qué?. Si el ser católico es un delito, acepto muy a gusto ser delincuente, ya que la mayor felicidad que puede encontrar una persona en este mundo es morir por Cristo. Si mil vidas tuviera, las daría sin dudar un momento por Él". Durante los momentos antes de su ejecución, escribió tres cartas, ejemplo de fortaleza, generosidad, serenidad y alegría.
Mientras los llevaban al lugar del suplicio iban cantando el himno de Perseverancia: "Amunt germans fem nostra via, amunt germans (...). Perseverem. Perseverem, que ja amb la mà toquem el Cel, que ja amb la mà toquem el Cel", y también entonaban el CREDO.
Antes de morir, en el cementerio de Lleida, dijo: "Os perdono a todos. Hasta la eternidad". Todos gritaron: "Viva Cristo Rey"
Era el 29 de septiembre del año 1936, y tan solo tenía la edad de 22 años.
Fue beatificado el 11 de marzo del año 2001 por el Papa san Juan Pablo II, siendo el postulador de su causa el Padre Antonio Sospedra, que tanto bien hizo en Betania. Aquél mismo día fueron beatificados 233 mártires.
En el siguiente enlace podemos leer las cartas que escribió Francesc de Paula a su director espiritual, a sus hermanas y tía, y la última a su prometida, Mariona.
En este otro enlace podemos ver los gozos dedicados al beato.
https://algunsgoigs.blogspot.com/2015/03/goigs-del-beat-francesc-castello-aleu.html
Mirando a Francesc de Paula Castelló i Aleu, podemos ver que la santidad no se improvisa. Él ya vivía como buen cristiano, con limpieza de corazón, con generosidad, con gozo... También todos estamos invitados a dar testimonio de nuestra fe con alegría, con entusiasmo, con fortaleza, como este joven mártir de tan solo 22 años.
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| P. Antonio Sospedra i Buyé con san Juan Pablo II. |
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