miércoles, 7 de agosto de 2024

SAN JACINTO

San Jacinto

Hoy sábado, 17 de agosto, celebramos a san Jacinto de Cracovia. Su nombre en polaco es Jacek, y nació en el año 1185 en Kamien Slaski, en la Alta Silesia, en Polonia. Originalmente se llamaba Jacobo. Sus padres eran Beata Odrowaz y Eustachius Konski. Eran nobles y con tradición religiosa y militar. Influenciado por un tío canónigo, tuvo una buena educación, y estudió en Cracovia, y luego en París y Bolonia. Terminados sus estudios de teología se ordenó sacerdote en el año 1217.

Entre los años 1219 y 1220 Jacinto viajó a Roma en compañía de su tío, que en estos momentos era obispo, y su hermano Ceslao, también sacerdote. Allí se encontraron con Domingo de Guzmán. Fruto de este encuentro, Jacinto y Ceslao decidieron entregar su vida como predicadores. Recibieron el hábito en el año 1220 de manos del fundador de los dominicos, santo Domingo.

En el año 1221 la Orden empezó a organizarse en provincias. Jacinto y otros frailes fueron destinados a propagar la Orden en Polonia. Emprendieron camino a Cracovia y, con ayuda del obispo Ivo, lograron fundar un convento en esa ciudad. La Orden se expandió rápidamente. En 1225 Polonia comenzó a constituirse como provincia dominicana.

En 1230 llegó a Kiev, en Ucrania. Allí fundó una nueva comunidad de predicadores y se dedicó a la misión hasta su regreso a Dantzig entre 1234 y 1236. Sus últimos años los pasó en Cracovia. Cuenta la tradición que en esa región vivió la invasión tártara.

Jacinto se distinguió por su candor de vida y tierno amor a Nuestra Señora. Cuando san Jacinto estuvo en Kiev, los feroces tártaros saquearon la ciudad. Jacinto celebraba la Misa, y no supo del ataque y el peligro hasta que la Misa terminó. Sin esperar, tomó el copón en sus manos y huyó de la iglesia.

Está registrado que, antes de salir al exterior, al pasar junto a una estatua de María oyó una voz que decía: "Jacinto, hijo mío, ¿por qué me dejas atrás?. Llévame contigo y no me dejes con mis enemigos". Aunque la estatua estaba hecha de un pesado alabastro, Jacinto la tomó en sus brazos y se la llevó junto con el copón con la Sagrada Eucaristía.

Es por este momento milagroso que san Jacinto es representado más a menudo. La historia continúa diciendo que Jacinto y la comunidad que lo acompañaba llegaron al río Dnieper. Allí los instó a seguirlo a través del río. Él les guió y todos caminaron en seco por las aguas del profundo río, que luego los protegió de la furia de los tártaros.

Los historiadores polacos están de acuerdo en este hecho maravilloso. Una circunstancia, que se registra en relación con este milagro, lo hace aún más notable. Se dice que las huellas del santo permanecieron en el agua, incluso después de haber cruzado el río; y que, cuando la corriente estaba en calma, se podían ver durante siglos después.

Después de ser ordenado sacerdote y estudiar en el extranjero, se convirtió en canónigo del cabildo catedralicio en Cracovia. En ese momento, su tío Iwo Odrowaz era obispo de la diócesis de Cracovia.

Murió el 15 de agosto del año 1257 en la ciudad de Cracovia, en Polonia.

Fue beatificado en el año 1527 por el papa Clemente VII, y canonizado el 17 de abril de 1594, por el papa Clemente VIII.

Aprendamos de san Jacinto el amor a la Virgen María y a la Eucaristía. Intensifiquemos nuestros ratos de oración ante Jesús en el Sagrario. Él siempre nos espera. Amemos con ternura a nuestra Madre. Ella siempre nos guía a Jesús.

En el siguiente enlace podemos leer los gozos del santo.

https://algunsgoigs.blogspot.com/2020/10/goigs-sant-jacint.html

San Jacinto con la imagen de la Virgen y Jesús Eucaristía.


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