martes, 23 de enero de 2024

SAN ENRIQUE DE OSSÓ I CERVELLÓ

Sant Enric d'Ossó i Cervelló

Hoy 27 de enero, celebramos la fiesta de san Enrique d'Ossó i Cervelló. Este nació el 16 de octubre de 1840 en Vinebre, provincia de Tarragona. Su madre, Micaela Cervelló, soñaba con verlo sacerdote del Señor, en cambio su padre, Jaume d'Ossó, lo encaminaba hacia el comercio.

Gravemente enfermo, recibió la primera Comunión por Viático. Su padre lo mandó a trabajar como aprendiz en la tienda de su tío, en Reus, donde descubrió la obra de santa Teresa de Jesús.

En septiembre de 1854 perdió a su madre en la epidemia de cólera, y en octubre de ese año huye a Montserrat, donde lo encontró su hermano Jaume. 

Vuelve a casa con la promesa que le había hecho a su madre de ser sacerdote, después de su muerte, cuando tenía 13 años. Ese mismo año inicia los estudios en el Seminario de Tortosa.

Ordenado sacerdote en Tortosa, el 21 de septiembre de 1867, celebró la primera Misa en Montserrat, el domingo 6 de octubre. Sus clases como profesor de matemáticas y física en el Seminario, no le impidieron dedicarse con ardor a la catequesis, uno de los grandes amores de su vida.

Organizó en 1871 una escuela metódica de catecismo en doce iglesias de Tortosa y escribió una "Guía práctica" para los catequistas. Con este libro inicia Enrique su actividad como escritor, apostolado que le convirtió en uno de los sacerdotes más populares de la España de su tiempo. 

Desde niño tuvo devoción entusiasta por santa Teresa de Ávila. La vida y doctrina de la santa, asimilada con la lectura constante de sus obras, inspiró su vida espiritual y su apostolado, mantenidos por la fuerza de su amor ardiente a Jesús y María y por un adhesión inquebrantable a la Iglesia y al Papa.

Fundó la Compañía de santa Teresa de Jesús, más conocida como "Teresianas", el 23 de junio de 1876, fiesta del Sagrado Corazón de Jesús. Esta Compañía se extendió en 21 países. Su misión es la siguiente: "Extender el reinado del conocimiento y amor a Jesucristo por todo el mundo por medio de los apostolados de la oración, enseñanza y sacrificio". En palabras de san Enrique d'Ossó, la teresiana debe ser: "Un alma de fuego a quien conmueva y abrace el celo de las almas, que aspire siempre a lo mejor y más santo; de perfecto orden en los afectos, severa disciplina en las costumbres, constancia y perseverancia en la oración, robustez en las acciones, fervor en todas sus obras, asiduidad en el combatir al enemigo". 

Pensamientos de este gran santo son los siguientes:

"Educar a un niño es educar a un hombre, y educar a una mujer, es educar una familia".

"Todo por Jesús".

"Pensar, sentir, amar como Cristo Jesús".

"Todo por Jesús para siempre, siempre, siempre...".

"Es absolutamente necesario cautivar la atención de los niños, hablando poco el catequista, y haciendo hablar a los niños".

Enrique d'Ossó fue un verdadero contemplativo que fundió en sí con equilibrio extraordinario un ideal apostólico abierto a todo lo bueno que ofrecían los nuevos tiempos. Anunció valerosamente el Evangelio con la palabra, con los escritos y con la vida.

Murió el 27 de enero de 1896 en Gilet (Valencia), en el convento de los Padres Franciscanos, donde se había retirado durante algunos días para orar en la soledad.

Tomemos ejemplo de este gran santo que no escatimó esfuerzos para dar a conocer y amar a Jesús. Cómo María, vivamos siempre con Jesús en el corazón.

En este enlace podemos leer "Els goigs" de san Enric d'Ossó:

  https://algunsgoigs.blogspot.com/2022/08/goigs-sant-enric-dosso-vinebre-ribera.html

Montserrat, dónde celebró su primera Misa


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